CIENCIA
El concepto de ciencia útil es compartido por un sector de investigadoras e investigadores del país, pero no es potable para otra parte de esa comunidad que dedica su vida a la creación de conocimiento entre libros, modelos e instrumentos de laboratorio.
La idea de “ciencia útil” es defendida por José Luis Berroterán, viceministro de Formación para la Ciencia y el Trabajo del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI) y presidente del Observatorio Nacional de Ciencia,Tecnología e Innovación (ONCTI). A su juicio, el Estado tiene todo el derecho de definir en qué ámbitos se debe investigar para resolver los problemas del país, y decidir además a qué sectores dedicará la mayor cantidad de recursos.
De acuerdo con el servidor público, las ciencias básicas no son las cenicientas de este periodo histórico. Por el contrario, asevera que están en buen momento, mas insiste en que no pueden desvincularse de su aplicación. Sobre este y otros temas conversó Berroterán con el Correo del Orinoco.
CIENCIA PARA LA SOBERANÍA
El viceministro calcula que 80% de la investigación a escala nacional es realizada por las universidades; mayormente, por las consideradas tradicionales. “Nuestras universidades más numerosas en estudiantes, como es el caso de la Bolivariana y de la Unefa, no están haciendo una investigación muy bien dirigida a obtener unos resultados que puedan ser impactantes en el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación”, admitió.
Sobre este punto, enfatiza que montar un sistema de investigación no es inmediato, y que el país optó por comenzar por “vencer el fantasma de la falta de cupo”. Ahora “tenemos que ir a la calidad de la formación”, acotó. “Hay que aumentar ese nivel de formación, y para ello debe hacerse investigación también en las instituciones. Es necesario que nuestras universidades bolivarianas incorporen sustancialmente el eje de investigación y de innovación”.
Sin embargo sí ha habido cambios en el sector científico, acotó. “Cuando comenzamos el Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación (PEII) había unas 25 personas incorporadas” de la Universidad Bolivariana de Venezuela. “En este momento ya está llegando a 400. Es un aumento importante”.
En las universidades tradicionales, critica el servidor público, la investigación “responde a los grandes centros internacionales generadores de información”.
-¿Estados Unidos en particular?
-Estados Unidos, Inglaterra, Alemania. Esos tres países son muy condicionantes en todas las grandes tendencias de generación de conocimiento.
-¿La línea de investigación de las universidades la dictan esos tres países?
-La dictaron a través de varios elementos. El primero, la formación que tuvimos los profesores universitarios, que cuando veníamos era a continuar con la filosofía y la forma de hacer ciencia para la cual fuimos formados. El Estado no tenía una política de ciencia, tecnología e innovación que respondiera a la demanda del Estado, sino que era una ciencia, tecnología e innovación ofertista. Yo quería investigar cómo era la fijación de carbono en una planta y lo hacía, publicaba artículos científicos, tenía proyectos financiados por el Conicit o desde el exterior.
En síntesis, “se hacía una investigación que no necesariamente estaba dirigida a las prioridades nuestras”, sino que respondía más “a las inquietudes del individuo, que a la vez es exponente de una forma de hacer ciencia e investigación producto de estos grandes centros que lo han formado”.
-¿La inquietud del individuo no es válida también para hacer ciencia?
-Es válida, y creo que se ha hecho investigación importante. Yo soy universitario de toda la vida. Pero no necesariamente tiene que ser una investigación dirigida a darnos soberanía, a solucionar nuestros problemas agroalimentarios, a dar más para tener más desarrollo tecnológico. La investigación básica (física, química, matemática) es la tercera área del conocimiento más numerosa en el PEII. La primera son las humanidades; la segunda, economía.
POR LAS BÁSICAS
-¿No había antes una ciencia hecha en función de las prioridades del país?
-Claro, porque no existía una política del Estado que definiera hacia dónde dirigir esa ciencia y tecnología. Si José Luis Berroterán tenía la visión de que lo más importante era investigar para solucionar el problema de alimentación, entonces hacía una investigación importante. Pero también debemos considerar que esa investigación que se realizó, que podía ser muy aplicada, no fue aprovechada porque no existía un sistema de ciencia, tecnología e innovación que permitiera aprovechar ese conocimiento que se generó para implementarlo y hacerlo realmente útil.
Ahora en el MCTI, sostiene Berroterán, “tenemos la visión de la parte aplicada de la ciencia; es decir, elevar prototipos a formas productivas, demostrar que son útiles y llevarlos a formas productivas y hacer seguimiento de todo lo que se está generando como resultado”.
-¿Cuáles son las áreas definidas como prioritarias?
-Hay 12, de las cuales 4 se han definido como las primordiales: agroalimentación, energía y electricidad, vivienda y urbanismo y seguridad ciudadana. En estas áreas hay prioridad para investigar a escala nacional, pero eso no quiere decir que no se va a financiar en salud, en lo social. Esas otras áreas siguen siendo consideradas prioritarias.
-Si no hay ciencias básicas, usted lo sabe mejor que yo, tampoco hay posibilidad de lograr lo que el país pueda necesitar en un momento determinado. ¿Se están descuidando las ciencias básicas?
-No las estamos descuidando.
-Pero no está entre las prioridades.
-Las ciencias básicas siempre deben estar vinculadas con su aplicación. Tiene que hacerse una ciencia básica que pueda ser usada, vincularse con una investigación que pueda ser aplicada. Uno puede desarrollar cualquier teorema. Newton y quienes desarrollaron ideas básicas han tenido mucha utilidad.
-Pero con la visión que usted plantea no tendrían cabida en Venezuela.
-Sí tienen cabida. Lo que tenemos es que tener la claridad de qué se puede aplicar. Eso indudablemente hay que mantenerlo. Yo defiendo la promoción de la ciencia básica, pero que sea una ciencia básica vinculada con las otras ciencias aplicadas. Si voy a realizar un ensayo de física, ese ensayo tiene que estar vinculado con la construcción de instrumentos, o ayudar para elementos energéticos o elementos vinculados con la electricidad, la resistencia de materiales. Son principios muy básicos que pueden tener una gran utilidad; hacia allá tenemos nosotros que avanzar.
-Hay gente molesta. Hay grupos molestos por esa definición.
-Pero, ¿hacen ciencia? Cuando le digo que las ciencias básicas son la tercera categoría de reconocidos en el PEII es porque están haciendo ciencia, porque si ellos no tienen proyecto de investigación no pueden ser PEII.
-¿Usted diría que la ciencia básica no está paralizada?
-No está paralizada. Seguro que no está paralizada.
-¿Está en su mejor momento?
-Yo creo que está en un buen momento, porque es el momento de transformación, de cambio. ¿Que hay resistencia de los sectores tradicionales? Indudablemente que sí. Muchas de las opiniones que hay en este momento son más de posiciones políticas que de realidad. Igualmente lo estamos viviendo ahora con el problema universitario. El problema universitario es más el problema de una posición política, que de reivindicaciones económicas. Igualmente nos pasa con los amigos de ciencias básicas, que tienen una serie de proyectos, hacen proyectos, y no obstante cada vez que pueden señalar que son apartados o no son incorporados, lo hacen, pero realmente no es así.
-¿Hay proyectos de ciencias básicas en desarrollo?
-Sí hay proyectos, y más de lo que podía existir anteriormente.
-¿Más que en la Cuarta República?
-Más. Muchísimo más.
CONOCIMIENTO EN LAS REGIONES
El MCTI lleva adelante los encuentros regionales de ciencia, tecnología e innovación. En el último, realizado en Barinas, se expusieron 55 prototipos. “Hicimos una evaluación, y 70% tiene interés” para escalar. Berroterán detalló que uno de los proyectos es una cosechadora de cereales y leguminosas autopropulsada, que “estamos financiando”. Otro es el desarrollo de pizarras electrónicas con software libre, también con recursos del ministerio mediante el programa de apoyo a las innovadoras y los innovadores.
En Valencia se efectuó otro encuentro de ciencia, tecnología e innovación en el que se mostraron 85 prototipos. “Es interesantísimo cómo, con el reciclaje de papel, se hacen mesas que parecen similares al granito. Ya eso está en producción”, anunció.